Después de hacernos un tratamiento en el rostro, la esteticista siempre nos recomendará que hagamos un trabajo de mantenimiento en casa. Tiene lógica: si no te cuidas, el trabajo de la profesional se verá deslucido. Así que para que tu piel y tú estéis mejores y más guapas entre tratamiento y tratamiento, te traemos unas cuantas recomendaciones para el día a día.
Para empezar, ponte una hora fija, porque si no acabarás haciéndolo sólo cuando te acuerdes, o lo que es peor, no haciéndolo. Una buena hora puede ser al llegar a casa, o antes de irte a dormir.
Aclárate con agua templada (siempre poco a poco: sabemos que no tienes todo el tiempo del mundo, pero ¡no te hará daño dedicarte a ti misma cinco minutos de más!) y sécate con una toalla que uses sólo tú y sólo para esto. Así te aseguras de que no tiene suciedad que pudiera entrar en tus poros abiertos.
Ya tienes una piel perfectamente limpia y lista para ser tratada o mimada con la crema y sérum de seguimiento en casa que la esteticista ha recomendado específicamente para tu piel.
Si tienes cualquier duda, déjanos un comentario y te la resolveremos
Fuente: Blog de Skeyndor
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